jueves, 25 de diciembre de 2008



En cierta hora, de cierto momento, de cierta vida, Haniel despertó de su mullido colchón de plumas con infinitas preguntas... cuestionó los moldes que lo rodeaban, que eran su mundo, el de sus padres, de sus amigos, sus maestros, de si mismo... y sintió cierta perturbación...

El crecer entre tantas barreras, entre tantos miedos, entre tantas terribles estructuras que habian querido adoctrinarlo a lo largo de sus tan solo veinte años, hoy caían frente a él como puñetazos de una mano cegadora...


Unos brazos que querian cegarlo al más allá, a la vida libre, sin barreras ni prejuicios, sin una forma cerrada de caminar... sin un trabajo de 12 horas para poder comer, ni vivir feliz solo el fin de semana, sin la necesidad de ver un noticiero todos los dias, ni tener el último celular para poder comunicarse mejor, ni recibir ordenes de alguien estupido, ni toda la infinidad de gamas en las que las estructuras mentales habian desatado su poder alienante...


pero volviendo a Haniel ... esa mañana sintió que tantas preguntas y tantas certezas lo debían conducir a un mejor porvenir, a una forma acertada de vivir. Y despertó por completo y así comenzó a caminar...


muchas sonrisas se iban a avecinar, muchas burlas también, muchos enojos y envidias...


sin embargo se atrevió a Vivir ...


tan solo él, su alma y su corazón.


a Vivir.


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