miércoles, 30 de julio de 2008




Ella se sentaba cada mañana de su vida en la entrada de su casa, junto al camino de piedra que serpenteaba uniendo su puerta y el río... y volviendo a las mañanas en las que se sentaba con sus ojos perdidos al cielo, en donde se impregnaban sus pupilas de un celeste resplandeciente que casi cegaba tan grandes ojos, dejando ver lo mas profundo de su interior...


Ella lo esperaba como todas las mañanas, mientras amaba su cielo, su sol, su tierra, su río, su paz, su Vida... y desprendía tanto amor que como hojas al viento lo envolvían a él en ese instante en que sus pasos armonicos se oían llegar...


y el sonido de su voz la elevaba por el éter eterno de su mundo, y la fuerza de sus abrazos despertaban a las hadas que se hallaban descansando en su alma, y en el poder de sus miradas las invitaban a bailar en las mañanas en que ella, sentada junto a su puerta, contemplaba el cielo y lo esperaba llegar...

jueves, 10 de julio de 2008


Llamita que aquella noche encendimos
que al recibir cada nueva ramita se elevaba
y en cada particula de luz se desprendia
la energia de la vida
de esos seres que se iban encontrando
y sin saberlo iban comenzando a escribir una nueva historia
la de los mismos pasos,
la de un camino compartido,
la de la union de sus almas...


y al mirar esa llama
recorrimos cada fueguito
en ascenso hacia el cielo
detuvimos el tiempo
y no existio el mundo
mas que esa llama y ese cielo...