domingo, 27 de junio de 2010



Un silencio permanente, profundo, un silencio que no es silencio, que se tropieza con las hojas que se caen, con las aves que vuelan y en su andar lo armonizan todo con su canto... y mientras tanto, yo vivo, camino y me siento parte del camino, me siento huella de esta tierra, brisa de este aire, me vuelvo corteza de aquel árbol  antaño, y al percibir más allá, comprendo que soy parte del todo, que soy Todo... y con el poder que me es entregado por el maravilloso y simple hecho de Ser, me sumerjo a la vida, a Vivir plenamente, a sentir y percibir con mis sentidos despiertos... y así sonrío, y sonríe mi alma y mi corazón que no pueden esconder tanta inmensidad... y de a poco me vuelvo consciente de mi existencia, de mi fuerza y mi capacidad de hacer y crear... y lo observo todo, y asi es como llegan preguntas, cuestionamientos, malestares por aquel hombre, que solitario y triste elige destruir su ser y su mundo, aquel hombre que a pesar de tener todo en sus manos prefiere lastimar y herir, que decide pisar al otro y seguir... de pronto miro al Cielo, observo a mi alrededor, y al hacerlo me observo a mi mismo, y cierro los ojos deseando con fuerzas una revolución de conciencia, para que esos hombres logren al fin llenar sus espíritus de Amor y Vida.

lunes, 14 de junio de 2010

Ser caminante o no serlo... esa es la cuestión.




Me siento delante de mi camino y es este dilema el que interrumpe mi frágil estabilidad. A veces el pensar confunde, más bien diría que siempre, que el tesoro se halla en caminar y fluir, sumergirse en los sueños y volverlos realidad. Creo con toda seguridad en esto, sin embargo en la practica, a veces se vuelve ajeno a mí. Y así es como los pensamientos cachetean mi andar y comienzo a preguntarme ¿Por dónde empezar?...