miércoles, 23 de abril de 2008




... y un mar de emociones rebalsó fugazmente mi alma, tantos destellos de una luz que no apaga, intermitencias de vivir para recorrer este camino, un camino de pasos que se cruzan, de tierra que repentinamente se resquebraja bajo nuestros pasos, y un cielo, tan infinito y abrumador, tan bello y único a la vez, que nos une y nos vuelve a unir cada vez como si fuera la primera... y si al caer miramos allá a lo lejos, allá hacia arriba nos volvemos a encontrar bajo el mismo lugar, resguardados por esos sentimientos que nos recorren desde adentro... y así es como encuentro mi refugio, entre tus ojos y el cielo, Nuestro Cielo .

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