miércoles, 2 de enero de 2008


. Ese puente que se topó en su camino, tan buscado sin quererlo o queriéndolo sin saberlo… un puente, puente que según su diccionario enterrado en polvo y con restos de tinta vestigios de un tortuoso sexto grado, permite salvar un accidente geográfico o cualquier otro obstáculo físico como un río, un cañón, un valle, un camino… un camino, su camino, su destino, nada de accidentes geográficos ni nada que se asemeje, eso era la vida… tantos tablones de madera unidos queriendo separar ese universo que creía conocer como cada resquicio de su ser, de un sitio a encontrar, hacia donde llegar… implicaba dejar tanto atrás… “vete, vete y no vuelvas, ni escribas cartas, ni llames, y si vuelves no vengas a visitarme, no te abriré, ve en busca de tu ser”, llegaban esas palabras desde una brisa que acarreaba tanto saber contenido en ese amigo del alma que lo vió crecer...
y ahora ese puente era solo un paso más .

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